Para entender a Spacer, es necesario bailarla. Agitadora cultural del underground barcelonés, vive precisamente en esos territorios las experiencias que moldearon sus valores y su visión artística, sintiendo así la inquietud por explorar más allá de la danza (carrera que completó en sus inicios). Spacer es una obsesa de los sonidos sintéticos y una fiel enemiga de las etiquetas y los géneros. Por eso, describir su sonido en estilos es pura invención. Spacer conecta con el público como pocas DJs lo hacen. Crea ambientes envolventes y conduce a su audiencia en un viaje sonoro tan introspectivo como eufórico, tan personal como comunitario, tan oscuro como feliz.