Aunque todavía se encuentra en los primeros años de su carrera y solo ha publicado un disco oficial (el álbum "Break Before Make", aparecido en Skam), Henrietta Smith-Rolla lleva ya un tiempo construyendo un universo sonoro muy personal, en el que conviven su herencia africana y todo lo aprendido en múltiples colaboraciones y aventuras creativas.
Reflexiva y entusiasta, nos habla en esta entrevista de su pasado, su presente y un futuro que pasa, a corto-medio plazo, por su esperado concierto en Sónar (jueves 18 de julio, SonarXS), además de darnos las claves del mix que ha grabado especialmente para el festival y que puedes escuchar aquí.
¿Hasta qué punto crees que tus antepasados y las diferentes culturas de las que procedes ejercen una influencia en tu sonido?
Gran pregunta… (silencio)... Mi nombre artístico, Afrodeutsche, tiene que ver con la búsqueda de mi padre. Descubrí que estuvo en Alemania a finales de los años 60 y que su padre – o sea, mi abuelo – fue un compositor en Ghana. Realmente no puedo explicar de qué manera existe esa influencia, pero tengo muy claro que tiene mucho que ver conmigo y con lo que estoy haciendo. Además, yo hago música electrónica que está estrechamente conectada con el techno de Detroit, que a su vez está estrechamente conectado con el hip hop y la cultura africana. Así que ahí hay un enlace directo, una herencia. No hay duda.
¿El tema de la identidad es importante para ti? ¿Sientes que perteneces más a un lugar que a otro?
La identidad últimamente se ha convertido en algo realmente importante para mí. Creo que es un asunto en el que casi todo el mundo parece estar más enfocado últimamente, buscando y estableciendo conexiones con el pasado. Nunca conocí a mi padre, y hasta hace unos años nunca supe su nombre. Ha sido un largo viaje, y ahora siento que puedo trasladar toda esta experiencia a mi música. Así es como funciona para mí, y sé que otras personas han pasado por lo mismo. La música es el transmisor de ese viaje, de esa búsqueda, del dolor y de la pérdida. Nací en el Reino Unido, así que soy británica. Pero no sabría cómo definirte lo que es ser británica. O ser británica, negra y tener una herencia africana y alemana. Es bastante complicado.
¿Podríamos decir entonces que tu música es tu identidad?
Sí, absolutamente. Yo soy esta música. Me siento muy afortunada de haber encontrado este arte para explicarme. Es algo muy muy personal.
Hemos leído que has tocado en bandas de jazz y synth pop, que has actuado en Ibiza y colaborado con Graham Massey de 808 State, entre muchas otras aventuras. ¿Qué has aprendido de participar en tantos proyectos diferentes?
Oh, bueno, han sido muchas cosas... Lo principal que he aprendido... ¿qué podría ser? (silencio) Mira, salir de gira y tocar en directo es algo aterrador. A mi me gusta estar sola, y no me gusta nada que me miren (risas). Así que he tenido que aprender a ser valiente, a estar sobre el escenario y a ser escuchada. Éstas colaboraciones me han dado confianza y energía para poder actuar, escribir, cantar, hacer arreglos y aprender a tocar la batería y todo tipo de sintetizadores y cajas de ritmos. He tenido la oportunidad de estar rodeada de artistas y músicos, nutriéndome todo el tiempo, y me siento muy afortunada por ello.
¿Cómo te sientes acerca de tu set en vivo en Sónar en julio?
Estoy muy muy muy emocionada. No puedo explicarte cuánto. Creo que mi primera vez en el festival fue en 2003, y estoy abrumada de que años más tarde pueda tener la oportunidad de tocar ahí. Tengo muchas ideas para el directo, quiero que sea realmente especial.
¿Estás haciendo música nueva expresamente para la ocasión?
¡Sí! Ya tengo terminadas algunas partes, y estoy pensando en incorporar también nuevos elementos visuales. Nuevos patrones rítmicos, nuevas percusiones, nuevos sonidos... Como te he dicho, quiero que sea algo especial, porque me siento realmente bendecida de que me hayan propuesto actuar.
Así que solo has estado una vez en el festival entonces...
Oh no, han sido cuatro veces en total. Recuerdo que la primera vez pensé: "¡qué hermoso y soleado es durante el día!"... cómo simplemente puedes flotar y disfrutar de tantos sonidos y sentirte realmente parte de todo lo que ocurre. Y luego, cuando llega la noche, es simplemente increíble estar allí, rodeado de miles de personas... y el sonido es muy bueno.... recuerdo haber visto a Björk y perder totalmente la cabeza (risas).
Cuéntanos cómo terminaste publicando tu primer disco en un sello tan legendario como Skam...
La cosa fue así: me encontraba en un estudio de ensayo en Manchester y había una fiesta en la planta baja. Estaba tocando con algunos amigos y vimos que la gente comenzaba a migrar hacia allí, así que bajamos. Estaba allí charlando y pasando el rato y un amigo me dice: "oye, ¿por qué no pones uno de tus temas?", y dije "NO! No quiero que nadie lo escuche todavía". Pero básicamente me obligó, así que finalmente lo hice, pero fingiendo que no era mío. Y luego un tipo se acerca a mí y me dice: "oh, ¿eso era tuyo?" Y yo le digo "sí". Y eso fue todo. Luego se fue y mi amigo me dijo: "¿Sabes quién era?", Y yo dije: "No tengo idea". Y él dijo: "Andy Maddocks de Skam". Me sentí un poco avergonzado porque no lo reconocí. Pero luego, unas semanas después, me llamó diciéndome que le gustó lo que había escuchado y que quería oír más temas. Finalmente me preguntó si quería lanzar un disco con ellos. Por supuesto dije que sí. Fue realmente un golpe de suerte, algo mágico, porque Skam es el sello de mis sueños.
Tu música encaja muy bien en su catálogo: suena sencilla pero al mismo tiempo con una gran profundidad. ¿Cuál es el secreto para conseguirlo? ¿Tal vez la elección de los sonidos? ¿Las progresiones de los acordes? ¿La estructura?
Honestamente, aunque suene cursi: se trata de sentir lo que está pasando contigo mismo a cada momento. Todo lo que hago es profundamente personal y al final se transmite de una manera emocional. Escribo música para documentales y películas y toco el piano, por lo que gran parte de mi parte melódica proviene de ese lado de mi cerebro. También me gusta repetir algunos acordes y patrones y hacer pequeños cambios en ellos... Ha habido mucho dolor en mi vida, como en la de mucha gente, así que me sale siempre una música muy oscura.
Pues pareces una persona muy alegre...
Oh, sí, soy optimista (risas). Pero, ya sabes, a veces me siento y me digo a mí misma: "ok, voy a intentar hacer algo luminoso y feliz". Y nunca me sale. Al final, la cuestión es que tengo mucha suerte de tener la música como un vehículo para procesar toda mi mierda (risas).
¿Qué nos puedes contar sobre el mix que has grabado para Sónar?
Creo que tiene mucho que ver con la singularidad. Y con el futuro. Y el amor. Con todo este asunto de la identidad, me he dado cuenta de que he estado mirando hacia atrás, hacia mis años de adolescencia y las cosas que escuchaba en ese momento. Así que he metido bastantes ritmos que recuerdan a esos sonidos y esos años en los que empezaba a ir a fiestas. Música rave, jungle, un poco de hardcore. Así que, en parte, mira hacia atrás; pero también tiene que ver con el futuro, ya que también he incluído varios temas inéditos de productores que me encantan y que amo. El resultado final es bastante "wonky".