Cada año, Sónar dispara una instantánea de la escena actual, en la que aparecen por igual artistas veteranos desarrollando nuevas vías de expresión como músicos emergentes configurando el futuro a través de su empuje e intuición. Una fotografía que queda perfectamente enfocada con la programación de los sonidos bailables de Sónar 2019. Durante tres días y dos noches, el festival presenta el más amplio espectro de la música dance contemporánea, desde el house de DJ Seinfeld y Ross From Friends pasando por los himnos de Disclosure, el techno contagiado de trance de Paul Kalkbrenner y el cuidado que aplica Amelie Lens a los llamados "big room sounds".

Este año también hemos centrado nuestro foco en aquellos DJs que han convertido la selección y el conocimiento en una forma de arte. La sesión de seis horas de Floating Points en SonarCar, por ejemplo, promete ser un viaje psicodélico a través de 40 años de jazz, funk, soul y electrónica; mientras, el estudio detallado del house, la bass music y la tradición disco hacen de DJ Koze uno de los más grandes maestros actuales de los edits en vivo. Imposible aquí no mencionar a Four Tet, que recientemente ha realizado un giro realmente estimulante hacia terrenos más pisteros, dando forma a una nueva manera de entender el techno emocional. La de Sónar será su única actuación en festivales nacionales este año, ofreciendo un directo prácticamente a oscuras para dejar que sea la música la que hable por sí misma.

El espíritu de colaboración también está muy vivo este año en Sónar, con una serie de sets exclusivos b2b que seguro atraerán la atención tanto de los clubbers veteranos como los de la nueva escuela. Son tres parejas y un trio: los legendarios Louie Vega & Honey Dijon; el versátil tándem que forman Peggy Gou & Palms Trax; los techno masters Blawan & Dax J; y, poniendo en duda el tópico de que "tres son multitud", los pilares del colectivo Body & Soul, Danny Krivit, Joe Clausell y Francois Kevorkian, con un set especial de 6 horas y a 6 manos en SonarCar.

Clásica, contemporánea y vanguardista: el futuro de la música de baile está en Sónar Barcelona 2019.