Dos platos y un universo

21/05/2019

Entrevista y mix de Shiva Feshareki

¡Hola Shiva! Suponemos que la mejor introducción a tu música es escucharla directamente. Teniendo esto en cuenta, ¿puedes hablarnos del mix que has grabado para nosotros?

¡Hola! Este mix es una manera de explicar y plasmar mi práctica artística basada en las manipulaciones de los platos. La idea es transformar la música que proviene del vinilo, utilizando técnicas de turntablismo que he desarrollado principalmente a través de experimentaciones en vivo o en mi programa de radio en NTS. También he incluido "Composition No. 3", de mi nuevo LP "New Forms", basada en una pieza orquestal que compuse y que manipulé electrónicamente utilizando CDJs. Sin embargo, la mayor parte del mix está formado por transformaciones electrónicas que hago improvisando de forma espontánea con el tocadiscos. La regla que sigo con la elección de los vinilos es la de utilizar música que me gusta, pero también música que ya tiene su propia identidad y que resulta familiar en el círculo cultural en el que ha sido hecha. El único track que no he manipulado en el mix es el de Kilbourne, ya que es totalmente nuevo.


¿Qué técnicas o tecnología utilizaste al crear el mix?

Toda la sesión se improvisa en vivo utilizando la fisicidad y el movimiento de los platos, y el único material que utilizo son los discos de vinilo mencionados en el tracklist. No he añadido ningún otro sonido: todo lo que suena es mi manipulación de los vinilos y la relación que establezco con ellos. Por ejemplo, a partir del minuto 20 en adelante, el único sonido que se escucha es el de la suite de Stravinsky en vinilo, luego manipulo la fuente de sonido mediante mis propias técnicas de turntablism, mientras que también lo trato en vivo con efectos, el eco de la cinta analógica y un sampler. Poco a poco se puede escuchar como la versión original se arrastra después de unos minutos. Al escuchar las versiones en tiempo real de la música emerger en diferentes puntos, se crea un interesante contraste en la estética, entre lo abstracto y lo familiar, lo tangible y lo intangible, la tensión y su liberación. Todas mis exploraciones tienen que ver con la perspectiva. En mis actuaciones todo se improvisa, por lo que el oyente está realmente invitado a percibir y disfrutar del proceso en lugar de escuchar pistas ya preconcebidas. Es una manera de producir y crear música totalmente en vivo. El sampleo en directo también me permite tener el control de los beats y los tempos; por ejemplo, pasar de 3/4 a 7/8, de ahí a 6/8 y a 9/8, y de nuevo a un ritmo simple de 4/4, a la vez que voy modulando una serie de pulsaciones, todo ello de forma improvisada. El trabajo rítmico no es en absoluto aleatorio, todo es geométrico, lleno de relaciones complejas y un fuerte enfoque en el beat. Mi padre es matemático y las matemáticas fueron la principal forma que nos unió cuando era pequeña, por lo que forma parte fundamental en mis composiciones. Por supuesto hay un controlador rítmico en mi tocadiscos, pero es el factor humano el que aporta expresividad al resultado final. Estas complejidades son poco habituales en la pista de baile, pero no para la danza como disciplina. Las coreografías más potentes de la danza contemporánea se mueven entre ritmos complejos y cambios de tempo, rara vez se quedan en ese ritmo cuadrado en el que se mueven la mayoría de temas de electrónica pistera.


Tu aproximación al arte del turntablismo parece completamente único. Aún así, ¿tomas algunas ideas de fuentes más "clásicas"? Por ejemplo de DJ Krush, que también toca este año en el festival...

La música concreta de mediados del siglo XX es una gran influencia en mi trabajo, así como los primeros experimentos en la manipulación del sonido grabado, que siguen sonando tan libres y contemporáneos como cuando fueron creados. Hablo de compositores como Daphne Oram, Pierre Schaeffer, Eliane Radigue, James Tenney o Pauline Oliveros. Los conceptos más amplios relacionados con la fisicidad del sonido, o la física y la psicología del sonido, también desempeñan un papel importante en mis técnicas, más que la cultura actual alrededor del tocadiscos. Y sobre DJ Krush... no le he escuchado mucho, pero me encantaría saber más, y me motiva especialmente poder actuar en festivales de vanguardia, como Sónar, en los que puedo conocer una amplia variedad de artistas. Ese es el mejor regalo de actuar en festivales: encontrar gente interesante y con ideas afines a las tuyas.


¿Cómo ves el auge actual de los CDJs? Cuanto más avanzados se vuelven, más "hackeables" parecen, dando lugar a nuevos géneros, como el footwork, el gqom o el singeli...

Sí, están evolucionando, y me parece realmente genial. Me gusta mucho ver como diferentes artistas en diferentes culturas utilizan la tecnología a su manera, lejos de las técnicas estandarizadas de la música dance más antigua y convencional. La tecnología ofrece muchas funciones que tienen que ser exploradas, y no quedarse siempre con las reglas establecidas del pasado. Esa es la belleza de trabajar con máquinas: hasta donde puedes llevarlas a través de tu propio toque humano. Es una colaboración fascinante. La verdad es que también me gusta usar los CDJs para mis propias manipulaciones, aunque es raro que lo haga, ya que me atrae más la fisicidad analógica de los platos y la naturaleza directa en la creación del sonido. Sin embargo, mis manipulaciones con CDJs suelen ser más limpias y nítidas. "Composition No. 3", el tema incluido en el mix, fue creado utilizando CDJs.


Tu actuación tendrá lugar en el escenario XS, hogar para artistas que no suelen encajar de forma clara en ningún otro lugar. Me preguntaba si sentías afinidad con otros artistas que estarán en ese mismo escenario...

Vi a Faka actuar cuando coincidimos en un excelente festival en Viena llamado Hyperreality for Club Culture, el año pasado, y pensé que eran realmente geniales y brillantes en directo. En todos los lugares donde actúo siempre me encuentro con una nueva camada de artistas, así que me entusiasma la idea de descubrir lo que pueda ofrecerme Sónar en ese sentido, y en especial el escenario XS.


La historia de la música electrónica ha estado estrechamente ligada a los avances tecnológicos. ¿Es, de alguna forma, una declaración de intenciones el hecho de que uses un mecanismo como el de los platos cuando compones tus piezas?

No, no se trata de una declaración deliberada. Tomo decisiones de una manera más simple: si una tecnología me atrae o se cruza en mi camino, entonces establezco una relación con ella, y si no siento ese vínculo, entonces la dejo. No creo que la expresión creativa y la tecnología musical tengan que crecer en paralelo; de hecho, pienso que algunos instrumentos simplemente se vuelven atemporales cuando son utilizados de la forma correcta. Estas correlaciones cambian y se transforman a lo largo del tiempo, por lo que no es necesario verlas como una norma o de forma estanca. La música electrónica es aún muy joven en comparación con otras tradiciones musicales como la clásica, por lo que realmente puede ir hacia cualquier parte. Para mí, la música tiene que ver con la libertad de elección y la libertad de expresión, y otorgar también ese poder al oyente para ampliar sus perspectivas.


Finalmente, ¿consideras que tu trabajo está más cerca de la música electrónica experimental o de la clásica contemporánea?

Siento que, a cierto nivel, no encajo en ninguna parte; pero, al mismo tiempo, y de una forma bastante interesante además, encajo en todas partes. Mi producción artística y mi trabajo es versátil y amplio, por lo que navego entre muchas aguas, sin quedarme estancada, moviéndome entre diferentes formas, culturas, opiniones y perspectivas. Esto significa que puedo comprender actitudes y valores entre escenas y culturas, tanto a nivel social como artístico, lo cual es por supuesto muy interesante y enriquecedor. En cuanto a las culturas de la música electrónica y las culturas de la música clásica contemporánea, mi experiencia me ha enseñado que ambas pueden aprender de la otra y desarrollarse desde sus diferentes perspectivas artísticas. Más que nunca necesitamos música que expanda nuestro pensamiento y abra nuestras mentes para aprender cosas nuevas, formándonos nuestras propias opiniones individuales y reforzando la libertad de mente y la armonía con los demás. Sin embargo, actualmente parece como si la música nueva, o diferente, o no conformista, se tratara con cierto temor, perdiendo de vista los beneficios que podríamos obtener de ella. Tenemos mucho que aprender de personas diferentes a nosotros, con diferentes actitudes y diferentes valores, y la música puede permitir esa educación que nos beneficie a todos. Ser músico experimental trata de eso precisamente: de sentir esta responsabilidad, yendo incluso más allá de la propia música.