Muy pocos DJs a lo largo de la historia han logrado alcanzar ese utópico lugar en el que uno puede operar con total libertad de movimientos; y menos prescindiendo de las imposiciones de la industria, sin conceder entrevistas ni prácticamente publicar material propio. Dixon es uno de ellos. Y ha llegado hasta ahí especialmente por dos motivos: por su talento inusual y exquisito en su arte y el reconocimiento unánime tanto de fans como medios, entregados a su carisma y unos sets siempre fuera de lo común. Este año el DJ berlinés –durante cuatro años consecutivos elegido mejor DJ internacional por los lectores de Resident Advisor– vuelve a Sónar para encargarse de uno de los momentos más importantes del festival: el cierre del sábado noche.

Hace tiempo ya que Dixon (Steffen Berkhahn) parece vivir tranquilamente al margen de las nuevas corrientes y los imperativos del circuito, aceptando solo pinchar en los sitios que realmente le apetecen. Atrás quedaron los años de sus residencias en E-Werk y Tresor, sus remezclas con Jazzanova, el hit que supuso "Where We At" y su implicación en Sonar Kollektiv antes de fundar Innervisions junto a Àme. Ahora pincha lo que quiere, donde quiere y cuando quiere. Y eso es precisamente lo que hará en Sónar de Noche. Se nos va a hacer larga la espera.