Pocos DJs hay en el mundo a los que les encaje tan bien una sesión larga como la que propone SonarCar como Harvey Basset. El británico es uno de los DJs más legendarios y venerados de los últimos 20 años, con un periplo vital bastante insólito y una trayectoria artística caracterizada por la innovación, el descubrimiento y su extraordinario buen gusto. Harvey ha estado este año de nuevo reinando en Ibiza con sus noches en el Hotel Pikes, apostando por fiestas de ambiente relajado, baile abierto y largos sets, a menudo pinchando por debajo de 120 bpms y combinando sin prejuicios perlas brillantes de italodisco, house, funk, synth pop y balearic. Unas sesiones únicas que permanecen durante muchos días rondando la cabeza de los que las han vivido, y que ha dado pie a un recopilatorio donde se reúnen algunos de los temas que más ha pinchado este año en el hotel: “The Sound Of Mercury Rising Complied with Love By DJ Harvey”.

Para Harvey pinchar seis horas, como hará en SonarCar, es algo habitual. Su talante expansivo y exploratorio necesita de mucho tiempo para poder expresarse en toda su plenitud. Nacido en Cambridge y fogueado en sus inicios en superclubs como Ministry Of Sound o Back To Basics, pasó muchos años en Los Ángeles, alejado de la primera línea y de los circuitos europeos. Él fue uno de los principales responsables del nuevo interés por la música disco y la fiebre de los edits en todo el mundo, al frente de su sello Black Cock y de proyectos de disco rock como Map of Africa o Locussolus. En 2010 vino a Sónar por primera vez y maravilló a todo el mundo por su narrativa y su flow detrás de los platos. Este año tan especial para el festival una de las dos sesiones de SonarCar tenía que ser suya.