A veces, los vocables "indie" y "pop" no se utilizan únicamente como afiliación a un estilo para conseguir buenos puestos en los charts globales: también conforman un estado de ánimo en la manera de hacer música. Las técnicas electrónicas de Sofie Winterson y sus intentos por trascender los géneros son buena muestra de esta actitud. Desde su debut en formato LP, con "Wires", y a través de trabajos posteriores como el single de 2016, "Kid", la música de Winterson se ha caracterizado por ser una inteligente síntesis de influencias e ideas que acechan bajo la apariencia del mainstream. Como cantante y compositora, su fuerza radica en su voz; y, gracias a ella, sus propuestas se disfrazan de fragilidad o vulnerabilidad. Pero la artista neerlandesa también es capaz de conducir con pulso firme un ritmo que la alinea con cualquier estrella consagrada del pop más bailable.

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